Porque el lenguaje, cualquiera que sea su modo, es la base para poder socializar, espero logremos encontrar juntos la mejor forma de hacerlo*

Daniel Stern

LA TEORÍA DE STERN SOBRE EL DESARROLLO DEL LENGUAJE

La concepción intelectualista del desarrollo del lenguaje infantil es el aspecto más conocido del trabajo de Stern y lo que ha ganado realmente terreno a través del tiempo.   Stern mismo describe su punto de vista como "personalista-genético".

Permítasenos ahora considerar cómo se maneja Stern en el aspecto genético y manifestar desde el comienzo, que esta teoría, a semejanza de todas las intelectualistas, es, por su esencia misma, antievolutiva.

Stern distingue tres raíces del lenguaje: la tendencia expresiva, la social y le "intencional". Mientras las dos primeras sustentan también los fundamentos del habla observados en los animales, la tercera es específicamente humana. Define la intencionalidad en el sentido de una dirección indesviable hacia un cierto contenido o significado. "En una determinada etapa de su desarrollo psíquico.", dice, "el hombre adquiere la habilidad de dar a entender algo, de referirse a algo objetivo cuando articula sonidos." 1 En esencia, tales actos intencionales son también actos de pensamiento, su aparición denota intelectualización y objetivación del lenguaje.

No tenemos objeciones que hacer a la afirmación de que el lenguaje humano avanzado posee significado objetivo, y por lo tanto presupone un cierto nivel de desarrollo del pensamiento, y estamos de acuerdo en que es necesario tener en cuenta la estrecha relación que existe entre el lenguaje y el pensamiento lógico; pero el problema es que Stern considera la intencionalidad una característica del lenguaje avanzado, que reclama una explicación genética (cómo ingresa en el proceso evolutivo), como una de las raíces del desarrollo del lenguaje, una fuerza directriz, una tendencia innata, casi una urgencia, sea como fuere, algo primordial, en un pie de igualdad, genéticamente, con las tendencias expresivas y comunicativas -que también tienen su fundamento en los comienzos del habla. Al considerar la intencionalidad en esta forma (die 'intentionale' Triebfeder des Sprachdranges) sustituye una explicación intelectualista por una genética.

Considerando la famosa descripción de Stern del gran descubrimiento hecho por el niño a la edad de un año o dos, podemos observar a qué exageraciones conduce la sobreenfatización de los aspectos lógicos. A esa edad el niño se da cuenta primero de que cada objeto tiene su símbolo permanente, un patrón de sonido que lo identifica, es decir, que cada cosa tiene un nombre. Cree que un niño en su segundo año puede haber tomado conocimiento de los símbolos y de la necesidad de ellos, y considera este descubrimiento también como un proceso de pensamiento en su exacto sentido: "La comprensión de la relación entre signo y significado que comienza a mostrarse al niño en este punto es algo diferente, en principio, del simple uso de sonidos-imágenes, objetos-imágenes y sus asociaciones. Y el requerimiento de que cada objeto, de cualquier tipo que sea, tenga su nombre puede ser considerado una verdadera generalización hecha por el niño -posiblemente la primera.”



Comentario

Yo considero que el trabajo de Daniel Stern, es muy importante, ya que la manera de estudiar la relación madre-hijo es a mi parecer más humana, más natural en comparación con anteriores teóricos, sin dejar de lado sus propuestas.

La manera en como Stern observa la relación que se va dando entre el niño y su madre para desarrollar en éste el lenguaje, me parece muy cierta ya que el niño desde su desarrollo en el vientre de su madre ya comienza esta comunicación que facilitará el desarrollo de su lenguaje posterior en el momento en que su madre comienza a hablarle, cantarle, tocarlo, y de esta manera producir en el niño el conocimiento de objetos y sonidos.

De esta relación que se va dando se va objetivando el lenguaje por medio del modelo que representa su mamá para el niño, así imitará su lenguaje.




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